Hay que admitir que a veces las cosas se dicen por algo. Y bueno, había muchas cosas que estábamos diciendo de"oh qué bien" y demás cuando simplemente no eran ciertas.
Había que rescatar el cariño. El sentimiento. Y lo hay. Hay mucho por superar, pero mucho por conservar. Y la verdad, como me quedó claro anoche, lo malo por superar viene por ratos y lo bueno es mucho y esperanzador, lo cual resulta más que tranquilizante. Y de nuevo, saber que el futuro nos está trayendo ya cosas que serán buenas, así nos las hayan pintado como monstruos devoradores que en realidad eran buenas personas. No enseñes a cazar demonios al humano, porque cuando te das cuenta que estos demonios hablan ya no son los monstruos que crees que son. Hola señor demonio, mi saludo y mi bendición.
Lo malo se acabó anoche. Por fin en la palestra se pusieron de plano unas buenas verdades y todo quedó equilibrado y tranquilo. Nada como la sensación de estar ya a tabula rasa (pero de la que sí sirve, la que admite a la par que demanda) y sentirse listo para encarar el futuro.
Adiós Pasado, Hola Futuro.
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