miércoles, agosto 23, 2006

Haunted

Aunque este título responde más a una canción de Evanescence que me agrada (y de otra de Type O Negative igualmente fascinante) está reflejando en poco la desesperación que me está produciendo el carecer de música para pasar los ratos en el autobús o cuando quiero espantar los recuerdos.

Si lo viéramos desde el punto de vista de sistemas operativos, creo que mi cerebro está dotado de uno con algún reproductor multimedia embebido que pone imágenes y música a todas horas, pero con el maldito defecto de no ser modificable en su totalidad con el playlist. Léase: se me pegan las canciones de vallenatos y norteñas, cuando no están con esas inmamables estaciones de música para planchar con balidos que ya me tienen enfermo y con ganas de usar por lo menos algo para taparme los oídos. Y porque la verdad mis reservas de cash se han bajado bastante debido al ritmo universitario en el que estoy.

Tanto así que ayer traía sonando en mi cabeza esa canción de Poison "Something to Believe In" pero al llegar me encontre con que mi querido hermano estaba con una gripa de esas que aparte de producir fiebre y demás, te ponen snetimental y no toleraba ni la música, a excepción del informe radial de los deportes. Así que me tocó mirar al techo largo rato escuchando acerca de porqué se debe cambiar de técnico en tales o cuales equipos y de la apasionante tecnología de los autos de la Nascar cuando en realidad solo deseaba que algo pasara o meterle un valium a esa máquina de ronquidos lubricada con mocos que tenía en el cuarto de al lado para que se callara, o por lo menos darle un redentor batazo al cacharro de la radio.

Y esta mañana... oh sorpresa! no vallenatos, no románticas baladas. No señor. Una hora de trancón en el autobús con música norteña. Una hora escuchando las hazañas de los narcos y guerrilleros. Que no hay un poco de respeto por nosotros los rockeros de ultraderecha??????

Lo unico que ansío es refugiarme en el regazo de Brux y ya, antes de que termine andando con una escopeta recortada en la calle susurrando cosas del tipo "... soy el Angel de la Muerte, y ha llegado la hora de la purificación" o "... El Armagedón se acerca, debo salvar del sufrimiento a la mayor cantidad...".

AMEN.

1 comentario:

P. Brux from Hell dijo...

No sé, acá un radio de imitación cuesta algo así como $40 pesos mexicanos... y yo supongo que hay estaciones para rockeros conservadores como tú, corazón.

El asunto es que, también puedes embeberte en un libro. Y si hay voces en tu interior que te aseguran eres nuestro redentor, pídeles que te canten unos versos o se pongan a tocar sus diminutas guitarritas. Digo, ¡que algo hagan bien!