Estos días han sido de autocrítica y transformación. Luego de tantas cosas, de verdad quiero cambiar tanto trasto viejo que tengo almacenado dentro de mí, quizás porque las cosas nuevas, por X o Y razón, no entran cuando hay demasiadas cosas viejas. Por tanto, gracias a la refrescante charla que tuve con Liz Milack (juré que me iba a mandar volando al infierno pero NO FUE ASI, todo lo contrario, hablamos un ratico agradable) los siguientes son mis propósitos:
1- Acabar con las deudas pendientes (y de paso, con la tarjeta de crédito).
2- Salir con Liz y empezar a recuperar aún más gente, incluídos mis amigos, de los que estoy distanciado esta vida y la otra.
3- Probar nuevas cosas en cuanto a rumba. Voy a hacer un tour por rumbeaderos deli.
4- Botar TODO lo viejo que tenga en cuanto a ropa (demasiados trastos) y comprarme cosas mejores.
5- Ya dejar el happy punk y tocar buen heavy metal.
Ahora bien, llegó el conteo final: O sigo metido en la nada, o sencillamente renazco, o me quedo siendo el amargado que dice mi mamá que soy. Y acabo de encontrarme que eso se debe a que a veces rumio demasiados recuerdos que YA NO VOY A CONSERVAR. Sí, voy a vomitar mis recuerdos, los pocos que quedan. Y dejo en claro: si Maki reaparece, creo que no se va a encontrar con quien solía ser; ya no soy el mismo, no quiero conservar nada de lo que fuí. Este proceso de cambio que he venido sintiendo desde que finalmente rompí cadenas debe continuar hasta el final. Esta canción que voy a postear es de mis favoritas. La interpreta Unruly Child, con verdadera majestuosidad rockera. La dedico de corazón a Liz. Enjoy!!!
WIND ME UP - Unruly Child
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