miércoles, septiembre 29, 2010

Porqué escribir?

Hace algún tiempo me hicieron esa pregunta. En ese momento me escapé con otra de las razones que me ponen a sentarme entre tres y cuatro horas (cuando se puede) a plasmar ideas e historia: porque acumulo miles de cosas en mi cabeza y éstas cobran vida en mi mundo. Entonces simplemente describo lo que me cuentan y ya.

Pero hay otra razón mucho más importante.

La vida es un vitral lleno de colores y elementos que forman imágenes que pueden semejarse a pinceladas borrosas por el humo de la rutina. Amamos, reímos, caminamos y nos vamos llenando de esa capa de polvo que nos convierte en seres de costumbres, hasta que esos vitrales se vuelven tristemente grises y fríos. La belleza del blanco y del negro perece también en ese medio de turbia normalidad, como si fueran borrones de una vida escrita en un ensayo-error que no buscara la perfección sino la monotonía. Ahoga. Enferma. Mata.

Conocí ese vitral en mí mismo, pero también conocí lo que es sacudirle esa impureza con una lluvia de ácido sulfúrico sobre mis cristales. Del gris quedó solamente un cristal en blanco, con todo borrado. Cuando me desesperé por haber perdido mi gris habitual me dí cuenta que la voz estaba ahí dentro, las imágenes que imaginaba no habían sido borradas. Pueden borrar tu vida, pero no tus sueños.

Tenía un gran lienzo en blanco para pintar mis sueños en él. Y eso he venido haciendo. He tenido mis errores y mis fracasos, pero pintar con los colores de la realidad en el cielo de mis lienzos me hace feliz. A veces observo a una mujer que perteneció a las sombras y que sólo conservo algunas fotos y recuerdos pero veo a una figura tenebrosa y llena de poder motivado por las razones que mueven a un apóstol, y esa figura reside con vida en mis libros, la vida que ya no tienen esas fotos. Cerca de mí tengo a una gran comunicadora,de aires nostálgicos y risa cristalina que se convierte en una aparición fantasmal que vaga por los recónditos laberintos de las líneas que aún mi Consejo Editorial no lee (y aún falta!). No sé si algún día sepan que ahí están. Pero cuando pasan al papel, sus imágenes en mi mente se transforman en esas figuras, como si las recortara de la realidad y por medio de la alquimia de la fantasía tomaran vida propia en letras y puntos.

Siento como si cazara un poco de muchas personas, hasta que esas figuras se desprenden de su molde y toman vida propia. Los siento en mí, pero ya forjados a la temperatura de mis historias y lejanos a su origen real. Los trasplanto de una realidad lejana a mi vitral y los traspaso con la luz del alma, la que todos poseemos y vertimos sobre nuestros sueños para darles el ímpetu que merecen, el que nos convierte en seres humanos.

Escribo para arreglar la realidad que sigue tan normal y correcta... pero que sin ella no habría elementos para arreglar. Ni siquiera para evocar el pasado, porque éstos personajes tienen vida propia, no recitan los sentimientos de sus inspiradores. Simplemente, existen para hacerme compañía y acompañarme en mis historias.

Y ésa razón es, sin duda, mi favorita.

lunes, septiembre 20, 2010

Día Raros - Expedientes Secretos Z.

Extractos de los Expedientes Secretos Z.
certifican que los días que han pasado están muy, muy extraños.

Evidencia Número Uno: Despedida de Taty.
No podía dejarla ir sin verla! está muy linda y Londres le ha sentado de maravilla. Y te prometo que iré!

- Salimos a llevar a Adriana, su hermana mayor, al aerpouerto. Se rompió el acelerador del auto y estuvimos un rato largo charlando en la oscuridad, fumando un cigarrillo, y pasando un rato rico. Hacía bastante que no estaba en un auto parqueado en la oscuridad con buena compañía, con energía de la que sí sirve. Te voy a extrañar Taty.


Evidencia Número Dos: La Estrellada del Millón de Dólares.
Esto sólo pasa en Bogotá, tanto por lo bueno como por lo malo.

- Salgo de casa a velocidad normal, sin hacer guachadas motociclísticas, y tomo tranquilamente el carril del medio, a la altura de la 132 con Boyacá, acelero, freno detrás de un auto. Suenan las Runaways en mi blackberry.

Veo a un tipo que viene atrás ¡LEYENDO EL PERIODICO SOBRE EL VOLANTE! y frena CONTRA EL GUARDAFANGO DE LA THUNDRA. En el suelo quedan algunas piezas. Noticia en desarrollo.


Evidencia Número Tres: La Mirada Antes De...
Ojalá esto pasara cuando inicio una relación.

- Agarro una Pepsi en carrefour, por alguna razón la miro antes de pagar... ESTABA VENCIDA. regreso por otra, TAMBIEN. Hablo con el supervisor, me pasan una Coca-Cola... como raro, vencida.

Me compro un gatorade, me bebo un sorbo y está tibio. Huelga decir que estuve mascando improperios bíblicos un largo rato.


Evidencia Número Cuatro: El Extraño caso del Iphone.
Una alegría aislada y bien rara.

- Parqueo sin problemas en Bulevar, doy un par de pasos y veo un bulto contra la esquina. Me agacho a recogerlo... es un Iphone. Protocolo de búsqueda: un número que diga Papá, Mamá o algo así. Marco el que dice Mamá y contesta una señora. Le digo que me acabo de encontrar ese teléfono y que estoy en Bulevar.

Cuando me encuentro con la señora enfrente de La Música, viene acompañada por una adolescente muy linda, de unos 16 años. Le entrego el teléfono a la señora, ésta se lo pasa a su hija... y la hija me pide mi número.

Luego, en la noche, me ha sabido llamar y ahora tengo una salida a rumbear a quién sabe donde. Cuando uno no quiere ser asaltacunas es que pasan estas cosas. Solo me queda desaparecerme cortésmente, porque no me interesa.

Días raros nos han encontrado...

miércoles, septiembre 15, 2010

Poniendo en Orden la Casa.

Estos últimos días me he sentido como si hubiera estado volando a Mach 3 durante los últimos once meses, dados los últimos acontecimientos en la Universidad, en mi situación sentimental y en mi carrera como escritor. Pero no hay material que resista semejante presión ni ritmo de vida que se siga propulsando a esa velocidad y ayer finalmente llegué a la salida de ese sonic boom.

Primero, mi trabajo en Microsoft va oficialmente hasta el 1 de Octubre. Eso quiere decir que tendré unas pequeñas vacaciones en las que voy a empapelar Bogotá con mis hojas de vida y conseguiré un nuevo y mejor empleo. Desde ya llego a mi oficina, la que lo fue durante 5 años, y se acabó esa presión que se manifestaba como si tuviera un par de cuervos sobre los hombros. Ahora sólo sigo tratando de hacer lo que mejor hago. No niego que tengo bastante mal genio por eso, pero si alguien quiere los detalles tendrá que enterarse de ellos con un buen café, coctel o cerveza y charla prolongada.

Los líos sentimentales finalmente se acabaron. Estoy en una etapa de serenidad, sin aspirar a mayor cosa, básicamente porque no tengo tiempo ni ganas de ponerme a definir modelos aceptables para el cargo. En pocas palabras, si no busco a nadie es porque aún tengo gran parte del interés de vacaciones y nadie me trasnocha. Me da risa pensar que durante ocho años me tomé como una carga pesada esto del amor, cuando se trata de algo que en esencia debe ser divertido. Mi tendencia a complicar lo simple va a terminar el día que finalmente me anime a repetir mi intento de suicidio y funcione. Y está lejos ese día, aclaro.

En la Universidad hay un cerro de trabajo, pero me dejó de afectar lo que pase o deje de pasar allí. Me gusta hacer todo lo mejor posible y sé que las cosas me salen habitualmente bien, y ahora que puedo concentrarme mejor mis resultados han subido su nivel de reconocimiento. Al igual que con los líos sentimentales, 10 años de academia me han convertido en una máquina de estudiar; creo que me tomaré unos seis meses cuando finalmente termine la carrera. Seguiré estudiando en casa poniéndome al día con diseño web, pero sin complicarme tanto.

La pepsi y el kent siguen ahí, pero les he reducido la cantidad porque al igual que con los chocolates, se me bajó el gusto por ellos. E incluso reduje dramáticamente el consumo de alcohol: en estos meses luego de la farra del cumple me he bebido cuatro cervezas. Sirve tener un vehículo para alejarse de "los malos pasos", eso sí.

Este tiempo ordenaré lo que haga falta. Mis pensamientos, los pocos que anden sin legajar se irán al cesto de la basura. Los recuerdos que me hacen falta por enviar al incinerador, igualmente se irán. El pasado me aburre por la infinita estupidez que manifesté en tantas ocasiones y la que recibí del resto del planeta cuando salía de la mía. He borrado a un montón de gente de mis contactos porque simplemente no los conozco y no me interesa conocerlos; ahora solo conservo los que son por la relevancia que tengan en este momento. Y si me salen con cosas del pasado, cortésmente los he devuelto al tiempo presente. Recordar cosas que ya están en el Museo de Historia de Paul Contreras no tiene gracia, solo son elementos insulsos y vacíos cuya importancia (las lecciones que aprendí) son cosas que ya tengo incorporadas al firmware. Los seres que quiero están conmigo acá y ahora, los que están lejos por voluntad propia... un beso, un abrazo y sigan ahí si se sienten bien como están.

La tranquilidad posee lados ciertamente oscuros; es duro dormir cuando el sol brilla en el cielo. Pero lo cierto es que ha llegado el momento de apagar los motores y planear un poco bajo el cielo azul, y reservar las energías para cuando atravesemos las nubes que son los retos ajenos a la monotonía de lo habitual. Cambio y fuera.

martes, septiembre 14, 2010

Peace

Días de paz...

Tranquilidad y amor para todos.

miércoles, septiembre 01, 2010

Universidad

Desde hace días vengo con una carga tremenda de cosas en la U, pero tengo todo el tiempo que necesito para trabajar en ellas. Lo malo es que me quedé sin mucho tiempo para postear cosas, así que gracias a Twitter nos estaremos comunicando.

Pd. No es genial trabajar sin que nadie te recrimine? Sin cantaletas absurdas ni shows de telenovela mexicana? Creo que sí, porque aparte que volví a soñar en las noches (y a llevar mi diario de sueños) también recuperé la costumbre de tocar la guitarra y tratar de puntear correctamente. Sin que nadie te viva señalando ni amarrando, la vida recupera el encanto. Tranquilidad es la clave, sin duda.