miércoles, julio 09, 2008

A unos minutos de mis 29 años.

No puedo dejar de creer que hayan pasado ya tantos meses, días... pero tan poco desde que de verdad me dí cuenta de su valor y su potencial. Hace un año, siguiendo algunos posts, me sorprendo de la cantidad de veneno que éstos tenían, en buena parte por vivir rindiéndole culto a un pasado que ahora noto vacío, lleno de pasos en falso, de convicciones que en ese momento eran impulsadas por la conveniencia y de amores marchitos que arrastraba de un corazón triste.

Pues no, ese no es el caso ahora. Por primera vez en muchos años, sonrío cuando camino. Hablo con Padre Árbol en el parque de Modelia, un árbol que me vio llorar y batía sus ramas para darme fuerzas, pero esta vez es un sereno abrazo de hojitas dulces; le llevé a mi hermosa Jo, mi amore, para que lo conociera, como una señal de haber ya olvidado, perdonado y renunciado a toda vendetta y todo mal recuerdo. Ahora mi música es música y no hojas en blanco donde plasmaba videos musicales llenos de imágenes sombrías, como los temas de Cradle of Filth; ahora son temas donde imagino cosas positivas y me veo tocando el bajo. Estoy ahorrando para una hermosa motocicleta; tengo mi propio programa de radio en Uniminuto Virtual; tengo mi cuarto propio (con honrado trabajo, a la vuelta de unos años será casita propia); tengo mis DVDs con las pelis que quiero; tengo buenos amigos, las personas que han forjado con cariño lo que soy ahora no me odian, y las que lo hicieron mediante los golpes, los malos ratos y que a pesar de todo me sirvieron para ser lo que soy, tienen mi bendición y mis deseos de que les vaya muy bien y triunfen (así me sigan odiando y no les basten mis disculpas. Nadie es perfecto =]).

29 años llenos de cosas que sencillamente me hacen ser lo que ahora soy.

En el mausoleo donde reposan mis anteriores versiones, debo mencionar que la versión anterior de sí mismo, ha hallado reposo. En su cofre de cristal, veo al hijo de Padre Maxima aún destrozado y cubierto de sus heridas, pero con la sonrisa de satisfacción al haberme dado todo lo que tengo, incluyendo el corazón que ahora tengo en el pecho y que suspira por mi Jo, la fuerza que late dentro de mí, el ímpetu con que abracé el Periodismo, las cosas buenas que tengo. Lamento que haya muerto y no haya visto que su lucha y sus lágrimas valieron la pena; pero si algún día sus asesinos regresaran, ya no turbarán su sueño y sus restos serán defendidos con la fe y el valor de cualquier soldado de la fiel escuadra del gran La Valette. Y que seguirá reposando en paz, para siempre, sin que nadie lo vuelva a molestar.

Y para todos los que siguen a mi lado: mis padres, mi hermano; David y Hernando, mis hermanos; Mia Bela Jo, mi amore; Diana y Adriana, mis compañeras; la gente del rol; mis compañeros de oficina, en especial Maponto y Edgar, gente que admiro y aprecio;

Miles de gracias por estar ahí.