lunes, julio 24, 2006

[Afterdrinkz] Stream Of Consciousness

Ayer se nos ocurrió como siempre reunirnos al grupito de amigos a tomar unas cervezas y hablar sobre lo que viene. El ser humano, quizás por capricho divino, avanzado estado de evolución o profunda involución es una genial máquina de autonegación que termina influyendo en su entorno poralguna razón que aunque conoce de manera discreta, se niega a creer hasta que ya ha calado en su entorno.

Hace años, cuando salimos del Sena, Raskian, Diamond y yo soñábamos (de boquilla) con convertirnos en ingenieros, y bla bla bla. Ahora, yo estoy en camino a la Facultad de Periodismo, Diamond está en Biología y Raskian está convirtiéndose en actor. Quizás mientras reíamos, y nos dábamos cuenta de las "bajas" que ha tenido el grupo a lo largo del tiempo (nuestras exnovias, para ser exactos) comencé a pensar que por alguna razón había desperdiciado demasiado tiempo dejando que una serie de razonamientos políticamente correctos me estuvieran aislando de mí mismo, como si estuviera desarrollando una personalidad alternativa. Después de caminar ebrio algunas cuadras llegué a casa (previa infusión de Red Bull y Gatorade) Y a dar vueltas en la cama.

Básicamente, a eso viene el tema de la entrada. El haberme sometido a una sesión de autoconfrontación primero hablando con mis amigos y luego caminando en la calle terminó sometiéndome en una especie de vigilia delirante, como de mitad sueño mitad realidad. Soñé con Carolina, pero soñé que estaba siguiéndola en una silla de ruedas mientras ella trataba de alejarse de mí (en la carrera séptima con 54, para ser exactos), y me gritaba que debía encontrarse con su novio. Esas palabras me sacaron por instantes del delirio. Lección uno, ya no duele pero tampoco ya debe haber motivos para recordar. Luego, corría por las calles del centro, buscando libros. Lección dos, no desperdicies tus sueños. Maldita sea, terminé por tomarme dos calmantes fuertes y una aspirina que me terminó sumiendo en una especie de mescolanza de las dos situaciones anteriores, en esas pesadillas densas que terminan por hacerte escuchar voces y pensar aún más disparates. Afortunadamente mi hermano puso su grabadora con Dream Theater y la canción que le da título a esta entrada y la soberbia "New Millenium". A ese punto, perdí la consciencia.

Hoy me levanté con la sensación de que incorporé a mi mente una parte de mí mismo que dormía hace mucho rato. Me siento un poco paranoico, un poco más alerta, quizás más atento a lo que pasa a mi alrededor. Quizás ahora sí me estoy volviendo loco. Quizás ahora sí estoy cuerdo. Pero lo que sí tengo claro, es que ahora sí estoy completo.

sábado, julio 22, 2006

Esnusnu And Pankekes

Sí, ese título por alguna razón me recuerda que debo hacer una parodia de esa canción de Blur que se llama Coffee and Tv.

El primer indicio que tengo de que me estoy volviendo algo viejo está en que a pesar de que ayer bebí poco y a la vez no bailé ni canté amanecí de un callado tremendo, casi no tengo ánimo de nada aunque tengo una sonrisa socarrona en mi cara y quizás esta noche me dedique a alguna estupidez muy clásica de mi estilo predilecto. Quizás porque estuve hasta bieeen tarde en el estriptisiadero habitual del grupo de cavernícolas (Pola y Tanga, más conocido como el Esnusnu) y el volver a disfrutar de un tranquilo y deshinibido Eye Candy por más de tres agradables horas al son de las cervezas (y de un restreguetón que solo se soporta viendo bailar a estas niñas alegremente), o quizás porque luego me dediqué a caminar muy a mi agrado: en la oscuridad de la noche, con una libreta de notas en la mano dejando que las ideas fluyan. Odio el frío pero a veces quizás el masoquismo que me impulsa a disfrutar del negro manto de la noche lo convierte en parte de un placer extraño, anómalo, pero sin duda alguna satisfactorio.

La parte mala del cuento estuvo en que, cuando ya estaba durmiendo de manera apacible, me desperté a las fuckin´ 6 am y estuve dando vueltas en la cama tratando de volver a dormir. Además dejé los audífonos en la oficina y en la tienda no había pilas triple A, así que me tocó escuchar vallenatos toooooodo el camino,, tengo mucho sueño ahora quizás por el calor del autobús y aunque estoy tomándome una Coca Cola fría creo que me terminaré por dormir tarde o temprano.

Así que dulces sueños gente. Y si no tienen sueño y no están en sus oficina, échense un rato.

jueves, julio 20, 2006

La Década de las Sombras

Cuando pienso en lo que mi país pudo ser, y aún tiene por ser, ahora que la historia prácticamente se reescribe, me quedan bastantes interrogantes. Puedo afirmar que para bien o para mal mi generación, desde la edad en que éramos niños y veíamos incendiarse el Palacio de Justicia bajo el fuego genocida de los guerrilleros comunistas (ahora próceres de la Patria, según una izquierda que no termina de convencerme y cuyos argumentos por fin comienzan a sanearse del narcotráfico y del terrorismo) ha visto cómo el país despierta de su letargo. Con diez años de retraso, pero quizás lo logre.

1990. Tenía apenas diez, once años. Quizás la vida era un espejo, vivíamos de sueños y el contacto con el mundo real era ver los automóviles pasar por la calle 129 y los noticieros presentados por ex reinas, observando cómo quizás, a nuestras espaldas, el país se cubría con capas de desinformación que sólo los que se atrevían a romper terminaban muertos bajo las balas que salían de la oscuridad. Cuando Jorge Enrique Pulido cayó bajo las balas del narcotráfico, como cayera Enrique Lara Bonilla, su lenta agonía fue opacada por un evento que quizás resultara una cucharadita de azúcar en el trago amargo que nos ponían en la boca: Colombia estaba jugando en el Mundial de Italia 90, el Pibe Valderrama era el candidato a mejor jugador del Mundo a los ojos de nuestra nación enfebrecida y el empate ante el equipo que posteriormente sería el campeón del Torneo (Alemania, gracias al golazo de Freddie Rincón), nos quitó el dolor de la quemadura que su muerte produjo en el periodismo Nacional. Entiendo que Francisco Santos y Diana Turbay (ambos hijos de familias políticamente poderosas) también fueron víctimas, uno del secuestro y la otra muriendo bajo las balas de los secuestradores que se cansaron de cargarla, pero eran solo delfines de sus imperios. Pulido era un luchador, alguien que surgió casi de la nada, como surgen los que escriben la historia de este país. Quizás lo asemejaría a Juan el Bautista, el que preparó el camino para alguien grande, teniendo en cuenta que pronto la nación sufriría una pérdida que nos alejó de lo que pudo ser el despertar del cuento de hadas que vivíamos con la lluvia de dólares del tráfico de estupefacientes y el proteccionismo cambiario.

Galán caería también bajo las armas de Pablo Escobar, al año siguiente de caer Pulido. La muerte del primero hizo callar a la prensa, junto con la muerte de Fidel Cano; la del segundo, al país. La nación no se rindió al narcotráfico; los políticos y las guerrillas prefirieron cebar en aquel monstruo al chivo expiatorio cuya cacería les dio diez años más en el poder, a unos en el monte y a los otros en los estrados públicos. El M-19, cuyas sucias manos de dinero caliente y sangre de los magistrados que fueron sus víctimas, terminó convertido en el Polo Democrático, cuyo discurso populista en la onda de influencia de Hugo Chávez aún capitaliza gente que insiste en cultivar la amnesia política que pudre a este país. Y en el poder, aunque cada vez minado por la opinión y por un incipiente despertar político, aún sobreviven algunos desperdicios de corrupción que gracias al ejercicio de un periodismo objetivo y consciente, tiene los días contados.

Hoy 20 de Julio, las Fuerzas Armadas desfilarán una vez más, haciéndonos sentir parte de algo grande, del orgullo de ser colombianos. El Presidente hablará, gracias al apoyo de los que confiamos en su gestión, y el Senado de nuevo tomará posesión de sus cargos. Pero yo prefiero hoy pensar en que tenemos aún el tiempo para rescatar los ideales de Galán y el coraje de Jorge Enrique Pulido.

Donde estés, ten la certeza de que tu legado será recogido, Jorge. Y creo firmemente que la Década de las Sombras (o siglo?) por fin está llegando, como en los relatos de realismo mágico, a un amanecer turbulento y borrascoso, pero amanecer al fin de cuentas.

miércoles, julio 19, 2006

Malparidez Existencial

Qué pensarías si veras a una amiga, a una amiga de verdad, con el ojo negro por una "pelea" marital? Y conociendo al detalle lo que lo produjo?

Sí, ya sé que yo cometería una quijotada. Pero no con el mandril que le hizo eso. Primero me la llevaría a un lugar donde le pudiera quitar la babosada de andar pensando en ese desgraciado. Así fuera a punta de correazos, como pensaba esta mañana.

Pero a fin de cuentas, eso cambiaría el mundo? no. Pero eso solo confirma que algunas personas sufren el síndrome de la pelotita de squash, entre más duro les pegan más rápido regresan.

La cosa es desahogar esta ira sorda que tengo. Así que me pondré mi camiseta de 2ALERTA, ESTA PERSONA ESTÁ ATRAVESANDO POR UN 28 CRITICO".

martes, julio 18, 2006

Ritual de lo Habitual

Definitivamente, hay momentos en que la historia se torna como la música electrónica: fascinante, pero repetitiva. Cuando en el colegio decían que a uno le hacían ver su vida completa en el cielo antes de despacharlo con todo el cariño al cielo o patearlo al infierno, se le mostraba a uno toda la vida que había tenido. Me preguntaba: TODA???? es más, hasta resulta un método convincente de porqué los demás ángeles viven con esa sonrisita: ven todas las pendejadas, porquerías, osos y demás joyas que hacemos los pobres juzgados acá en la tierra. Además, me imagino que debe ser algo así como una película en la cual los alados Hijos del Señor se sientan a reírse de cuanta duda, chiste o problema hayamos tenido. Quizás haya variaciones en el menú cinematográfico celestial cuando aterriza algún actor porno (sic. quizás asistan los ángeles dedicados a combatir el pecado de la lujuria, para que jurídicamente se den cuenta que existen excepciones a los chismes que le deben llevar al Altísimo). O quizás el Purgatorio no es más que lo sienten a uno delante de la audiencia mientras los demás se ríen con ocasiones como la primera plantada, esa vez que te caíste delante de un grupo de colegialas y tus amigos te dejaron tirado, en fin.

Esa sería igualmente una modalidad de cielo: a quién no le gustaría verse completica la vida de su exnovia-arrejunte-amante-etc? poder atar cabos y saber dónde demonios estaba la noche que aseguraba estar en casa viendo la tele (cuando en realidad estaba enroscada con algún numerito en cualquier motel o apto. de soltero) o en fin, poder dedicarse, como diría mi abuela, a "espulgarle" la vida al prójimo? eso quiere decir que en el cielo es donde se podría disfrutar de la vida a lo Truman Show sin interrupciones ni comerciales. Y además Dios solo pasaría a dar su juicio y decidir adónde va. A fin de cuentas, él se vive nuestras vidas en estreno permamente.

Sin meternos en honduras teológicas, y regresando al tema real, resulta tan difícil hacer algo diferente, como decía el Dr. Leo Buscaglia? Me imagino que sí. Pero principalmente porque el tiempo pasa demasiado rápido. Eso incluye el escribir este blog. Mientras digito apuntes descosidosm, han llamado dos o tres jamaiquinos cuyo inglés es tan bueno como asar una suela de zapato y comérsela con salsa de lodo, valga la analogía gastronómica.

"Sorry sir, I can´t understand one carajos what you are trying to say."

En fin...

lunes, julio 17, 2006

El Arte de Vivir sin Morir en el Intento

Lunezzzzzz otra vez! Santos bati-insomnios Batman, estoy de verdad con pereza aunque reconfortado por muchos buenos ratos acumulados del fin de semana.

Antes de empezar con una retahíla de eventos descosidos que a la hora de la verdad puedan ser soberanamente aburridores para el 80% de las personas que quizás pueden aterrizar en este lugar, voy a enumerar las razones por las cuales remotamente se puede aún sonreír en la mañana.

1- Buena música.
No importa que se tenga un mp3 player chino, un walkman ochentero o un discman noventero o un Ipod. Que la gente no canta, peor para ellos. Que miran mal al resto, tanto más malo para sus vidas. Yo sí lo hago y la verdad no me importa ir en un autobús rumbo al Call Center porque mentalmente puedo estar en el Wembley o en el Simón Bolívar tocando el bajo para 110.000 personas y cantando algún cover de Slayer o de Sex Pistols. Y el resto del mundo can go to hell.

2- Trabajo en el trabajo, vida en la calle y en la casa.
Esa fue una lección dura de Publicar. Haber estado en semejante infierno me hizo entender que la vida en la casa debe ser muy diferente de lo que uno haga en el trabajo. No solamente porque resulta más tensionante encontrarse uno en su casa con la certeza de que no se vive, sino porque todo lo que es uno, vida sexual incluída, se vuelve un absoluto incordio.

Ahora, después de estos dos sencillos e intrascendentes puntos, es que podré enfrentar lo que venga esta semana. A fin de cuentas lo que más significado puede tener (teniendo en cuenta que solo quedan 15 días para entrar a la Facultad de Periodismo, que sí es bien importante) es que se cumpla lo de mi horóscopo y que caiga, pero en los brazos de alguien. Pero como tal, es solo algo, porque lo bueno está en vivir cada minuto en mi desk como si lo viviera en el paraíso.